El Perfume

Querid@as amig@s del ciberespacio infinito,
El tema que hoy nos ocupa, tratado de manera intensamente trágica y seductora en el best-seller de moda "Das Parfum" del alemán Patrick Süskind, en el que trata de sumergirnos en "el evanescente reino de los olores", no es otro que aquel indispensable complemento que nos acompaña sutilmente a lo largo de nuestra existencia, y que indefectiblemente habla, sin tapujos, de quiénes somos - o quién pretendemos ser - : El Perfume.
En la Grecia Clásica, todo lo bello, armonioso, proporcionado y estético era considerado como bueno y por ende de origen divino, así que se atribuyó a los dioses el regalo de las esencias y los ungüentos... La rosa, antes blanca y sin olor, adquirió su color rojo el día que Venus se clavó una espina y derramó su sangre sobre ella, y se volvió fragante al recibir un beso de Cupido.
Una vez se desarrolla el Imperio Romano, las damas tenían una forma bastante particular de perfumarse: hacían llenar la boca de sus esclavas con preparados aromáticos para luego ser espurreadas en rostro y cuerpo... Vaya, que inventaron el vaporizador .
También los árabes supieron asimilar y perfeccionar los conocimientos de las culturas que los precedieron. Utilizando alambiques para destilar alcohol como soporte de las esencias, elaboraron refinados perfumes como el agua de rosas o el almizcle.
A partir de Napoleón, los perfumes, antes en manos de artesanos y pequeños industriales, cobraron el fuerte impulso que convertiría a la perfumería en una de las industrias más dinámicas y lucrativas del mundo. No se trata sólo de la fragancia, también cuenta su frasco, el envoltorio y por supuesto la publicidad.
Pero, ¡cuidado! incluso este aparente universo de frágil elegancia está hoy día teñido de profunda garrez, especialmente en estos últimos años en los que, afortunadamente, su uso se ha democratizado y ya no pertenece únicamente a exclusivos ámbitos de la alta sociedad.
Como sentenció el reputado modisto francés Jean Paul Guerlain, uno de los creadores de la perfumística contemporánea, "el perfume es la forma más intensa del recuerdo...una especie de obsesión".
Por favor, querid@s amig@s, armémonos de suma cautela y sepamos elegir la fragancia correcta para cada ocasión, teniendo en cuenta no sólo nuestra personalidad, estilo y modo de vida, sino también detalles que solemos pasar por alto, como la época del año o el evento de que se trate.
No hay nada más garra que un ascensor apestando a ese indefectible combinado de laca, naftalina y colonia cara que deja tras de sí la típica señorona enfundada en su visonazo camino de misa, o el empalagoso tufillo a colonia barata que desprende el capillita de turno en una bulla semanasantera.
O el pestazo del niño literalmente bañado en colonia a granel, que tanto parece agradar a ciertas mujeres cuando se convierten en madres.
El perfume debe crear una sutil atmósfera de sofisticación a nuestro alrededor, anunciando nuestra llegada y dejando un alegre halo de despedida: Nunca caigáis en la garril tentación de "aromatizar" vuestras prendas con vuestro perfume favorito, ya que la fragancia tiende a enranciarse: Debe, por contra, mezclarse con el olor corporal (bien limpito y aseado, claro está) de cada uno de nosotros, para alcanzar un seductor aroma personal e intransferible.
Permitidme que os señale una lista con el "top garra" de perfumes de todos los tiempos (desde los ochenta, jeje) que he confeccionado para tod@s vosotr@s; estoy seguro que más de un@ aún atesora algún frasquito del "top five" que os ofrezco en uno de los muebles más garra que podamos imaginar, el armarito revestido de espejos del cuarto de baño, más conocido como "Romy".
O quizás algo mucho peor y por supuesto paradigma de la más delirante garrez: Las típicas copias de perfumes que encontramos en la farmacia... Y en el último peldaño, las de mercadillo!
a) Para ELLA:
1 Farala
¿Quién no ha sucumbido alguna vez a los - dudosos - encantos de la "chica nueva en la oficina"?
2 Diavolo
Parece que Antonio Banderas "é un diavolo" creando fragancias, el pobre.
3 Carmen de V&L
Lo siento, pero ese tapón imposible de plástico dorado inspirado en el Tesoro del Carambolo puede conmigo.
4 "M", de Mariah Carey
Esta musa por antonomasia del espíritu garra americano nos asegura que "huele a M".
Sin comentarios.
5 La legión de perfumes-regalo "low cost" navideño: Vetiver, Estivalia, Zinnia, Arrebato, etc.
Éstos son precisamente los que escondéis en el "Romy", ¿a que sí?
b) Para ÉL:
1 Brummel
Si es en las distancias cortas donde un perfume de hombre se la juega, miedo me da la ganancia.
2 Jacq's
Mítico perfume garra ochenta-noventero... ¿Qué habrá sido de la rubia motera?
3 Varón Dandy
¡Os prometo que sigue vendiéndose el envase de a litro y pico!
4 Vorago
Inspirado en el ambiente garra de la famosa serie "Corrupción en Miami"; sí hombre, aquel antepasado de la actual "C.S.I.", de bajo presupuesto y mucha chaqueta blanca
5 Las "creadas" por personajes como David Beckham, Bisbal, etc.
Cñaro, aquí tenemos también la versión masculina de "Diavolo".
¿U os creíais que os íbais a librar?
En fin, querid@s amig@s, nunca os olvidéis de que, como asegura la gran Sofía Loren,
"El perfume, como el vino, la seda y las flores, es uno de los lujos necesarios de la vida"

La Vida es Garra

Querid@s Amig@s del ciberespacio infinito,
No hay nada más placentero que saber disfrutar de los pequeños momentos agradables la vida nos ofrece a diario, tras los que todos sabemos - no nos engañemos tras falsas expectativas de espejismos grandilocuentes de sucesos extraordinarios que nunca llegan- que se encuentra la verdadera felicidad.
Qué duda cabe que estos inocentes lujos cotidianos están en su inmensa mayoría al alcance de todos. En esta ocasión, la primera en la que tengo el placer de dirigirme a vosotr@s desde mi recién estrenado rinconcito virtual, y porque la hora así lo aconseja - son apenas las cinco de la tarde - hablaremos del sugestivo momento de la merienda.
El mero hecho de "merendar", esto es, tomar algo ligero antes de la cena, a media tarde, acompañado de alguna bebida, ya puede ser considerado como un acto deliciosamente garra.
En efecto, amig@s mías: Garra.
El propósito de este blog no es otro que el de introduciros en el interesante, ordinario y no por ello menos maravilloso mundo de "lo garra", del que todos sin excepción formamos parte, somos culpables y que sin duda es la verdadera globalización, ya que "la garrez" es lo que nos iguala, independientemente de nuestro origen, condición social, credo, ideología o nacionalidad.
En este momento, os estaréis preguntando, amig@s mí@s, "¿A qué c... se estará refiriendo éste?"
Muy sencillo: "garra" es toda persona o cosa, animada o no, situación y/o lugar con indisimuladas - y en el fondo, hasta inocentes - pretensiones de aparentar un cierto estatus, belleza, poder, distinción y elegancia... Que sin embargo se pasan del límite y llegan a alcanzar, en mayor o menor medida y de una manera deliciosamente infantil, la vulgaridad y el mal gusto.
Condición sine qua non para que algo pueda ser tachado de garra es, sin embargo, que el objeto de nuestro estudio sea, en el fondo, de nuestro agrado. De otro modo, se trataría simplemente de algo hortera o cutre.
Así, todos y cada uno de nosotros, pobres mortales, somos sin lugar a dudas un poco garra.
¿Que no estáis de acuerdo?
Reflexionemos un poco entonces sobre el caso que hoy nos ocupa: Ése juego de té o de café que atesoramos en la vitrina (lugar del hogar que siempre es refugio de objetos garra por antonomasia), con sus dorados, cornucopias y motivos floreados, y que ceremoniosamente ofrecemos a nuestros invitados en ocasiones especiales; las cucharillas de café, a lo peor decoradas con escudos de ciudades y que orgullosamente coleccionamos (..."son de plata; la de Benidorm me la trajo la tía Encanna de vuelta de un viaje con el Inserso"...), todo sobre el escenario de las mantelerías imposibles de ganchillo o crochet que aprisionamos bajo los pesados cristales que acorazan la mesa más garra de todas: la mesa camilla.
Mención aparte merecen las viandas que consumimos en este momento del día: ¿Puede haber algo más decididamente garra que unas pastas? (las bañadas en chocolate y coco, las que más)
Por no hablar del infinito mundo de la repostería más barroquizante: Garra fueron, son y serán las sultanas, los petisús, los piononos, los palos de nata, las milhojas y, cómo no, el inquitante mundo de "la bandeja de dulces"; sí, esa inocente y dorada portadora de un ejército de inefables "delicias" de colores fluorescentes y viscosas texturas, en ocasiones acompañadas de unos barquillos cubiertos de...chocolate y coco. Otra vez!
Es vuestro turno, querid@s amig@s del cibermundo: Éste espacio estará toda la semana a vuestra entera disposición para que os explayéis, a modo de terapia, contándonos detalladamente y sin censuras ni remordimientos, cuál fue vuestra merienda más garra.
Y no os olvidéis nunca de que... La Vida es Garra!
¡Hasta la próxima, ammig@s!